Las etapas de la enfermedad de Alzheimer: de prediagnóstico a demencia en etapa tardía

La enfermedad de Alzheimer es el tipo más frecuente de demencia. Se trata de una enfermedad progresiva que se desarrolla lentamente y empeora de manera gradual, por lo general, a lo largo de un período de varios años. Afecta la memoria, el pensamiento, el lenguaje, la resolución de problemas, e incluso la personalidad y el movimiento a medida que progresa la enfermedad.

“Aunque la experiencia de una persona con enfermedad de Alzheimer es particular de muchas maneras, es importante conocer y saber sobre las diferentes etapas del proceso de la enfermedad, ya que hay cambios cognitivos y comportamientos específicos que probablemente se experimenten con un ser querido en algún momento”, afirma Nicole McCool, una Consejera de Careforth. “La enfermedad es progresiva y, por desgracia, no siempre es fácil para una persona hacer cambios durante esa evolución. En mi experiencia trabajando con nuestros cuidadores, se ha descubierto que el conocimiento y la concientización son una herramienta útil y saber sobre el proceso de la enfermedad es esencial para estar lo más preparado posible para lo que pueda ocurrir”.

Si bien no todas las personas experimentan los mismos síntomas y la enfermedad puede progresar a un ritmo diferente según cada persona, hay un recorrido similar que la mayoría de las personas sigue a medida que avanza la enfermedad. La progresión típica de la enfermedad de Alzheimer puede comprender tres etapas: una inicial, una intermedia y una terminal. Estas fases pueden diseccionarse aún más en siete etapas distintas, tres de las cuales ocurren incluso antes del diagnóstico de una persona. 

La enfermedad de Alzheimer: Antes del diagnóstico

En las primeras tres etapas del modelo de siete etapas, se considera que la persona no padece demencia, debido a que los síntomas se asocian, a menudo, con el envejecimiento y, por lo general, pasan inadvertidos para los proveedores de atención médica o los familiares. Esto también se conoce como enfermedad de Alzheimer preclínica, que puede comenzar entre 10 y 15 años antes de que aparezcan los síntomas.

  • Etapa uno: Ausencia de deterioro

En la primera etapa del Alzheimer, una persona con la enfermedad no presenta deterioro de la memoria ni evidencia de síntomas de demencia. En esta etapa, la enfermedad de Alzheimer es completamente indetectable y se caracteriza por la ausencia de deterioro cognitivo.

  • Etapa dos: Deterioro cognitivo muy leve

En la etapa dos, una persona con enfermedad de Alzheimer comienza a experimentar olvidos, como olvidarse las llaves o el bolso. Sin embargo, a menudo se asume que esta pérdida de la memoria es un síntoma del envejecimiento y, por lo general, los familiares o el médico de la persona no la notan.

  • Etapa tres: Deterioro cognitivo leve

Ser más olvidadizo, así como tener cierta dificultad para concentrarse, son signos frecuentes de la tercera etapa de la demencia. Estos síntomas pueden provocar una disminución de la dedicación y la productividad en el trabajo. En el caso de quienes están jubilados o no trabajan, estos pueden experimentar un menor rendimiento en las tareas domésticas cotidianas, como limpiar o pagar las cuentas. También pueden perderse o tener dificultades para comunicarse y, a menudo, les resulta difícil encontrar las palabras correctas.

En la etapa tres, es probable que los familiares de la persona sean quienes adviertan la mayor falta de memoria y la reducción en el desempeño, pero esto no siempre se asocia con la etapa inicial del Alzheimer. La duración promedio de la etapa tres es de aproximadamente siete años antes de la aparición de demencia.

La enfermedad de Alzheimer: Demencia en etapa inicial

En las primeras tres etapas del alzheimer, no se considera que una persona padezca demencia. En la etapa cuatro, sin embargo, esto cambia, y se considera que una persona padece demencia en etapa inicial. Es importante tener en cuenta que la demencia en etapa inicial se diferencia de la demencia precoz o la enfermedad de Alzheimer precoz, que hace referencia a la aparición de síntomas clínicos y al deterioro cognitivo antes de los 65 años de edad.

  • Etapa cuatro: Deterioro cognitivo moderado

La etapa cuatro comprende lo que se describe clínicamente como demencia en etapa inicial. Además del aumento de la falta de memoria y la dificultad para concentrarse, una persona con demencia en etapa inicial tendrá problemas para resolver problemas y gestionar las finanzas. Es posible que tenga inconvenientes cuando viaja a áreas desconocidas por sí sola, y puede tener dificultades para realizar tareas complejas u organizar y expresar sus ideas.

También es posible que las personas que atraviesan la etapa cuatro nieguen su falta de memoria y otros síntomas, y a medida que la socialización se torna cada vez más difícil, es posible que comiencen a aislarse de la familia y los amigos. En la etapa cuatro, un proveedor de atención médica puede identificar el deterioro cognitivo con facilidad mediante un examen y una entrevista con la persona. La duración promedio de la etapa cuatro es de aproximadamente dos años.

La enfermedad de Alzheimer: Demencia en etapa intermedia

La etapa cinco marca el comienzo de la demencia en etapa media, también conocida como demencia intermedia, que avanza a la etapa seis. Las etapas intermedias de la enfermedad suelen ser la fase más larga y, a menudo, duran varios años. Durante esta fase, una persona con Alzheimer depende más de su sistema de apoyo, lo que requiere más atención de su cuidador familiar.

  • Etapa cinco: Deterioro cognitivo moderado a grave

Los principales déficits de memoria se presentan al comienzo de la etapa cinco y las personas que atraviesan esta etapa de la enfermedad pueden requerir asistencia con las actividades de la vida diaria, como bañarse, vestirse y preparar comidas. Los déficits de memoria en esta etapa son graves y, a menudo, las personas olvidan datos importantes que afectan su vida cotidiana, como su domicilio o número de teléfono. Es posible que tampoco puedan identificar dónde se encuentran (orientación espacial) o qué hora del día es (orientación temporal).

  • Etapa seis: Deterioro cognitivo grave

La etapa seis marca el inicio de un período en el que una persona requiere ayuda considerable para llevar a cabo las actividades diarias. Es posible que casi no recuerde hechos recientes y olvide el nombre de amigos cercanos o familiares. Muchas personas que atraviesan la etapa seis tienen memoria limitada de su vida anterior y también tienen dificultad para demostrar satisfactoriamente habilidades cognitivas.

Normalmente, las personas en esta etapa de la enfermedad comienzan a experimentar incontinencia intestinal o vesical y la capacidad del habla suele disminuir. También es posible que se adviertan cambios importantes en la personalidad en esta etapa, debido a que las personas pueden sufrir delirios, ansiedad o agitación.

La enfermedad de Alzheimer: Demencia en etapa terminal

También conocida como demencia terminal, la séptima y última etapa del Alzheimer se caracteriza por un deterioro cognitivo muy grave y la necesidad de recibir cuidados intensivos. Las personas con demencia en etapa terminal suelen perder la conciencia de su entorno, el control de su movimiento y la capacidad de comunicarse con los demás. Durante esta fase de la enfermedad, también es común que una persona experimente cambios significativos en la personalidad y el comportamiento.

  • Etapa siete: Deterioro cognitivo muy grave

En esta etapa, la mayoría de las personas habrá perdido su capacidad para hablar o comunicarse. A menudo, requieren ayuda con la mayoría de sus actividades, que incluyen ir al baño, comer, vestirse, bañarse, y otras actividades diarias, las 24 horas del día. Debido a que las personas que atraviesan la etapa siete, a menudo, pierden capacidades psicomotrices, es posible que no puedan caminar o requieran ayuda considerable para desplazarse. Esta etapa tiene una duración promedio de dos años y medio.

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad progresiva que empeora gradualmente a lo largo de un período de 4 a 20 años. Sin embargo, la mayoría de las personas vive entre cuatro y ocho años después del diagnóstico. La progresión de la enfermedad puede variar según cada persona, pero los familiares y cuidadores deben conocer las etapas típicas que tienen lugar durante la progresión, así como las dificultades y necesidades únicas de cada fase. Es un camino difícil de transitar tanto para la persona que padece la enfermedad de Alzheimer como para sus seres queridos, aunque saber qué esperar puede ayudar a aliviar parte del estrés y la incertidumbre.

¿Cómo sabe en qué etapa de la enfermedad de Alzheimer se encuentra una persona?

Las etapas de la enfermedad de Alzheimer pueden ofrecer una perspectiva razonable desde la cual observar los síntomas y comprender la progresión de la enfermedad. Sin embargo, dado que no hay consenso médico en cuanto a las etapas del Alzheimer, es importante que los cuidadores sean conscientes de los síntomas y situaciones individuales que la persona a la que cuidan está experimentando. Si bien los proveedores de atención médica pueden referirse a la afección de una persona como etapa “terminal” o “inicial”, cualquier etapa específica es menos importante que comprender las dificultades particulares que está experimentando su ser querido y cómo esto afecta la atención que usted proporciona.

Una guía para el cuidado en el futuro

Conocer las etapas de la enfermedad de Alzheimer puede ayudar a facilitar las conversaciones con los médicos sobre la afección de su ser querido y cómo abordar las próximas opciones de tratamiento. Comprender las últimas etapas de la enfermedad también ayuda a hacer planes sobre los cambios en el estilo de vida, nuevos equipos, la necesidad de apoyo adicional y otras consideraciones que pueden ser necesarias a medida que la enfermedad progresa.

Es crucial planificar el futuro y seguir la progresión de la enfermedad en cada etapa, ya que la enfermedad de Alzheimer comienza primero con cambios físicos en el cerebro. La velocidad exacta de la progresión se basa en gran medida en el funcionamiento interno del cerebro y no se puede hacer mucho para influir o predecirlo.

Como cuidadores y familiares, las medidas más importantes que deben tomarse son aquellas que mejoran la calidad de vida de la persona y la ayudan a vivir su vida al máximo. Esto se puede lograr integrando la actividad en la rutina diaria de un familiar o aprendiendo a mejorar la comunicación con una persona con demencia. Con la preparación y el conocimiento adecuados de las etapas individuales de la enfermedad de Alzheimer, es posible crear una hoja de ruta para una atención que dé resultados significativos y una mejor calidad de vida.

“Para aquellos que saben en qué etapa se encuentra su ser querido, puede reflejarse en muchas experiencias, emociones y desafíos diferentes, y a menudo, impotencia. Sin embargo, la educación y el conocimiento sobre la enfermedad de Alzheimer permiten adquirir cierta capacidad para recuperar ese poder”, afirma McCool. “Las etapas pueden parecer muy diferentes y tener una gravedad variada con el tiempo, pero la clave es la aceptación, la concientización y la defensa, tanto para la persona con Alzheimer como para los propios cuidadores. De cierta manera, es como crear una nueva normalidad, recreando un tipo diferente de vínculo que permite que su ser querido se sienta escuchado y validado, cualquiera sea la etapa que experimente con la demencia. La vida cambia constantemente, pero aquí en Careforth esperamos tener un impacto ayudando a nuestros cuidadores a sentirse apoyados en cada paso de su recorrido”.

Cuando se trata de dar cuidado a alguien con una enfermedad crónica, no tiene que hacerlo solo. Careforth proporciona un equipo de cuidado experto y recursos de apoyo para ayudarle a cuidar de sí mismo, para que pueda sentirse apoyado en cada momento


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